“Solamente
la palabra que ponga en peligro el poder de los tiranos y de los dioses es digna
de ser pronunciada o escrita”, Eduardo Gómez, poeta colombiano.
I
Y el noble
pueblo nuevamente se volvió a rebelar contra los poderosos.
Pasaron
otros cien años donde la sangre se había ya estancado
en un charco putrefacto que goteaba
espeluznante en las necias oficinas
del partido en el poder.
Y las
mujeres con cabellos humeantes de indignación por la cínica ceguera
de los
gobernantes
Y
nosotros los hombres doloridos por el pesado tiempo viendo como nuestros
derechos eran pisoteados cotidianamente
Y
también los niños cuyas primeras palabras eran un sollozo balbuceante
de
precoz vergüenza.
Todos
salíamos de nuestras casas sabiendo valerosos
que
nunca como ahora debíamos hacer nuestras las calles
y protestar con todo lo que estuviera a
nuestro alcance.
II
La
dignidad, esa trinchera espesa ganada a duras penas
por la
batalla diaria, nos daba fuerzas para no sentir temor
frente
a nuestros enemigos
Esos
que se empeñaban en perpetuar, a cualquier
costo,
su ridículo sistema de injusticias.
Escrito
por Juan Carlos Castrillón.
Imagen: http://redfm.mx/
“Lo que
hoy se tambalea terminará finalmente por derrumbarse”
No hay comentarios:
Publicar un comentario