Nuestra
tierra huele a muerte, con balas, con machetes, con cuchillos, con metrallas…
Muerte
encapuchada, muerte cobarde.
Y la
carne es secuestrada, torturada, mutilada en silencio, en la oscuridad.
La
muerte que elige al azar en los camiones del norte,
Que
vomita casquillos en la cabeza de inocentes,
Que
desangra en las carreteras y en los malecones…
Nuestra
tierra huele a sangre,
A
dolor, a ira, a incomprensión.
Y la
muerte nos vigila cerca,
Nos
hace cómplices temerosos, pusilánimes egoístas…
Y
corremos, nos hincamos, nos callamos y huimos.
Nuestra
tierra huele a muerte,
De
retenes, revisiones, violaciones, e interrogatorios.
Huele
a muerte de fosas, de cabezas, de amenazas, de terror.
La
muerte llamada gobierno, instituciones, violencia, apatía, bancos, dinero,
mentira, televisión, periódicos, radio, democracia…
¿Cuánto
vale nuestra dignidad? ¿Un plasma de 20 pulgadas? ¿Un carro del año? ¿Un
contrato, una planta, un certificado, unos gramos de silicón? ¿El cuerpo inerte
de un hermano? ¿Padre, madre, hijo?
Nuestra
tierra huele a miedo, a balazos, partidos, alianzas, poder…
Y
miramos por la ventana tímidamente después de oír los gritos, después salimos
al llegar las sirenas y caminamos por la acera ensangrentada donde yace muerto
nuestro vecino.
Entramos
a casa, ponemos doble cerrojo y dormimos como animales irresolutos,
incompletos…
Nuestra
tierra huele a indiferencia,
Mañana
le pagaremos tributo a esa muerte, con los impuestos, el banco, el súper, la
hipoteca y rogaremos por un día más en esta patética subyugación, que huele a
huérfanos, a diesel, a debates de circo, a niños quemados, a llanto de madre, a
gritos de hermano, a sueños rotos, a vidas quebradas, aviones caídos, cascos
con sangre, piernas rotas, caras desfiguradas, miembros castrados…
Nuestra
tierra huele a tortura, ambición, a sicarios, a corruptos, a políticos, a
desinterés, a insensibilidad a manos atadas, y nosotros hemos vendido a esa
muerte nuestro sentido del olfato…
Poema: Paola Klug
Imgen: "La última cena mexicana", del artista plástico Gustavo Monroy. Año: 2010
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