A Alejandra, por
sus rostros matutinos que me unen.
El café de la mañana
una película muda de Chaplin
el periódico
nuestros muertos
recorriendo el piso de
nuestros días
(hermoso piso encerado)
luego el amor
el nuestro
despertando somnoliento
en la cama
y ese dolor que no nos deja escribir de corrido
que fragmenta la realidad
nos multiplica
nos aturde
después la mirada perdida
llenos de nostalgia del futuro
y el poema inacabado
porque nos faltan ciertas voces
(el coro mutilado del pasado)
nuestros pies
caminando en otros pies sin rumbo
el de nuestros muertos
(y nuestra mano hundida
donde no hay palabras)
Poema: Gabrile Cruz Mayorga.
Inmagen: "Dicen que hablo", del artista plástico Omar Gutiérrez Graham
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