Soñé que la palabra se levantaba,
Resucitaba aguerrida un “Sábado de Resurrección”
****
Soñé que la palabra silenciosa, quedita,
ardía de dolor en su letargo,
se extinguía en las fauces del silencio.
Soñé y era el “Primero Sueño” de Sor Juana,
y la palabra,
la medrosa, la quedita, la silenciosa, la pusilánime,
renacía para llegar a todos los rincones de la tierra,
una tierra que lloraba,
que sangraba,
que destilaba impotencia y miedo.
Soñé que la palabra mexicana,
La que canta bajito, y de la que habló Octavio Paz,
Se vestía con plumas de quetzal y escapaba soberbia
de su “Laberinto”,
salía orgullosa a las calles.
Era la llorona mexicana.
Sí, soñé que la palabra colectiva se convertía en leyenda,
se convertía en revolución multicolor
que bañaba de tinta y rosas a quien la mancilló,
a quien le arrebató la paz, el sueño y la esperanza.
Soñé que todos éramos Uno,
y el Uno éramos todos, como en la cosmovisión Tolteca,
Y unidas nuestras voces, las manos,
Abríamos paso al Nuevo Sol
No era un sueño, ¡México despertó!
Wilfrido Espinosa Álvarez (Frido Spinoza)
Fotografías: Frido Spinoza
No hay comentarios:
Publicar un comentario