De Cuernavaca vendrán, serán cientos o miles
al frente un poeta desgarrado
con un hueco en el pecho
y un silencio en su poesía.
Vendrán tirando la indignación
de los que acompañan el dolor
la muerte de los jóvenes en flor
de los niños y mujeres
los 40 mil finados
Será el éxodo del amor
a la palabra callada
a los hijos
a los amigos
a los mexicanos que partieron por la estupidez.
Vendrán derramando un poco de su sangre
en cada paso saldrá una gota de exigencia
derramándose en calor y angustia.
De Cuernavaca vendrán
Tirados por su sangre
Golpeados en los pies, en el corazón
En su origen, en la garganta,
Sembrando de esperanza el camino
Gritando¡ Basta, estamos hasta la madre¡
Embarrando los recuerdos
de los que partieron al filo de las armas.
Llegarán al centro medio muertos por la conexión,
la exigencia, la rabia, la sed de retumbos de truenos,
relinchos enlutados,
arderá el zócalo de puños poesía que no podrá callar nunca.
Olga Elena Morales Suárez
Hermoso poema
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