(A la memoria de los niños de la Guardería ABC)
Número cuarenta y nueve
Que a toda conciencia conmueve
Pero que nada sucede
Y a la justicia quien la mueve
Si es ciega pero es madre
Según los que la aplican
Los que la imparten o quienes legislan
Te representan como mujer
Pero quienes te buscan justicia
Buscando cobijo bajo tu manto
No pueden más que en su impotencia
Transformar su paciencia en llanto
Y así los años van pasando
La sensación de impotencia
Hace más penosa su penitencia
Mientras la esperada sentencia
Que no tiene mucha de ciencia
Solo esclarecer la conciencia
De lo que paso ese día lleno de ausencia
Donde partieron llenos de su inconsciencia
Sin saber que la indolencia
De quienes huyen de su presencia
Por su responsabilidad manifiesta
No les deja descansar en paz
A esos cuarenta y nueve angelitos
Donde sus alas los llevaron donde Dios
Por Dios que clasificación de delito
Que no parece estar escrito
Si las leyes son placer de reyes
Ganancia de mercaderes
Pero nada sucede
A fuego vivo, sigue viva la herida
Esperando se llegue el día
De que alguien por fin lo diga
La justicia por fin esta viva
Pero para sus padres
Que verdad les conmueve
Si ya nada puede
El volver con ustedes cuarenta y nueve
Que tristeza que en todo Sonora reza
Porque el hambre y la pobreza de justicia
Es lo que de nuevo hace parecer
Que la tragedia de ABC
No deja de suceder la vida debe se seguir
Pero para vivir necesita primero de nacer
Justicia si Tú eres mujer
De tu vientre debes parir justicia
Por quien te busca y te promueve
Son los padres de esos nuestros niños
Que Son cuarenta y nueve
En toda conciencia y con toda conciencia
Que tristeza tanta impotencia.
Poema cortesía de Alejandro Carmona Soto
Foto:
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